Jerónimo Gracián de la Madre de Dios, nació en Valladolid, España, el 6 de junio de 1545 en el seno de una familia en la que florecían la piedad y las letras.

 

Estudiante en la Universidad de Alcalá es ordenado sacerdote a los 24 años. En 1572 se une a los Carmelitas Descalzos, poniendo sus cualidades y talentos al servicio de la obra fundacional de Santa Teresa. Como Capitán de los hijos de la Virgen dirigió el destino de la naciente familia teresiana orientándola por el espíritu de oración, el cultivo de las letras y la participación en la vida misionera de la Iglesia.

 

La lectura asidua de la Sagrada Escritura y de los autores espirituales, las tres horas diarias dedicadas a la oración durante toda la vida, junto con su clara inteligencia y su memoria prodigiosa, hacen de él un gran maestro de vida espiritual. Con el fin de orientar a las almas por el camino del verdadero espíritu escribió los libros Lámpara encendida, Mística teología e Itinerario de los caminos de la perfección, entre otros.

​

Su existencia se puede resumir en una frase tomada de sus cartas: “no tengo en esta vida otro deseo ni pretensiones sino, mientras me durare, emplearme en lo que fuere más de servicio de Dios y mayor fruto de las almas”.

​

Falleció santamente en Bruselas el 21 de septiembre de 1614.